"Es una forma de colaboración público-privada que queremos potenciar para proyectos de descarbonización, y para ello disponemos de hasta 100 millones de euros", explica a EL ESPAÑOL-Invertia, Miguel Rodrigo, director de Conocimiento, Desarrollo de Nuevos Modelos de Negocio y Competitividad del IDAE.

Pero ¿a qué empresas se dirige esta iniciativa? "Buscamos proyectos del sector de la movilidad sostenible, eficiencia, flexibilidad del sistema eléctrico, también innovación en el sector de las renovables, hidrógeno verde o almacenamiento", puntualiza. Sin embargo, no es tanto qué desarrollen, sino el objetivo: la descarbonización y la transición energética.

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"Por eso, también se valora toda la cadena de valor industrial, siendo áreas prioritarias la economía circular dentro de su estrategia de inversiones para el periodo 2024-2026". Se trata, "no de dar ayudas, sino de invertir directamente, entre un máximo del 5-10% en el capital social". 

Cada inversión se estudiará para cada proyecto, "y no hay plazos ni hitos ni grado de desarrollo de los proyectos, las empresas pueden acudir al IDAE en cualquier momento, aunque ciertamente estamos más interesados en las etapa semilla o en las startups", asegura.

Socio minoritario

El funcionamiento es sencillo. Con una dotación de 100 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado y del Plan de Recuperación (PRTR), el IDAE puede invertir en proyectos empresariales emergentes que impliquen soluciones tecnológicas innovadoras, startups o modelos de negocio útiles dentro del proceso global de descarbonización de la economía española.

Se buscarán propuestas técnicamente viables y económicamente rentables, para inversiones que deberán realizarse en condiciones de mercado.

Los criterios que tendrá en cuenta el IDAE para analizar dichas propuestas y valorar, en su caso, la inversión, pueden consultarse en la web del IDAE. "Y por supuesto, que no causen daños significativos al medioambiente", puntualiza Miguel Rodrigo.

Desde el pasado lunes 15 de abril, ya están las ventanillas abiertas para que cualquier empresa que considere que cumple con estas condiciones pueda solicitar la participación minoritaria del Estado.

Fundeen y Bamboo Energy

El IDAE ya tiene experiencia previa en dos startups muy conocidas. Una de ellas es Fundeen, un crowfunding creado por un grupo de emprendedores en Ávila, o lo que es lo mismo, una plataforma de coinversión autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que permite a particulares invertir en proyectos de energía renovable desde 500 euros en adelante.

El Gobierno comenzó participando en una ronda de financiación por 1,2 millones de euros en 2021, y poco después, se hizo con el 8% de la compañía (1,5 millones). Hasta la fecha, Fundeen ha superado los ocho millones de euros coinvertidos en la plataforma para financiar proyectos de renovables y ha logrado un millón de euros en beneficios repartidos entre inversores.

A lo largo de este año, prevé ofertar 207 millones de euros de financiación de plantas energéticas, y en total, la cartera estimada hasta 2026 ascendería a 173 proyectos que sumarían hasta 557,5 millones de euros de financiación si consiguen sus objetivos.

La otra es Bamboo Energy, un spin-off del Instituto de Investigación en Energía de Catalunya (IREC) que vio la luz en julio de 2020.

La startup barcelonesa ha desarrollado una plataforma de optimización energética basada en inteligencia artificial. Tiene un plan estratégico a cinco años donde prevé invertir entre 15 y 20 millones de con el objetivo de convertirse en la solución SaaS líder para agregadores y flexumers -consumidores responsables comprometidos con el balance energético a través de la flexibilidad–, tanto del mercado español como europeo.

Este plan de inversión servirá principalmente para proporcionar un software necesario para desarrollar los mercados de flexibilidad que la sociedad necesita para realizar la transición hacia un modelo de energías renovables y sostenibles.

De cara al 2025 estima superar la barrera de los 100 clientes agregadores, ofreciendo servicios de flexibilidad para todos sus flexumers y su multitud de activos flexibles: industrias, edificios terciarios, flotas de vehículos eléctricos y otros elementos de almacenaje de energía, principalmente.